Adiós a la evidencia de las formas. El sex-appeal también se renueva. Se enseñan las cuervas sin acercarse al límite. Se abusa de lo íntimo sin perder la discreción y lo básico se depura para vivir con lo elemental. Siempre sin ahogarse en las tendencias.
Eyeliner exagerados y sombras de ojos fosforito
Las gradaciones de color se combinan en tejidos satinados. Los diseñadores apuestan por verdes, azules y amarillos, sin olvidar el rojo con el que la modelo TWIGGY nos enamoró. Los minivestidos evasée con escote a la caja desnudan hombros y brazos, y la cintura baja a la cadera con cinturones anchos y hebillas metálicas. Las siluetas esculpidas en lycra recuerdan el estilo libre y crean una atmósfera Optical con efectos de ajedrez o franjas horizontales donde la geometría habla por sí sola.
Twiggy
Los grandes del Prêt-a-porter, han hecho un revival de los sesenta con la técnica de los 2013: postizos, eyeliner exagerados y sombras de ojos fosforito.
Brigitte Bardot
Todo huele a provocación, transgresión, contestación, como en los convulsos años 60. Los maquillajes reflejan esa vitalidad en la revolución de sus colores y el estallido de las formas. Labios voluptuosos y carnosos: los blancos y beis nacarados de Brigitte Bardot crean estilo.
¿Vuelven los 60?
Uñas larguísimas, en forma de espátula, esmaltadas en rojo. Todo se acentúa. Y atención, porque los últimos desfiles de pasarela el termómetro más fiable que anuncia la moda amenazan con una vuelta a estos maquillajes de los sesenta.